La ciberadicción, también trastorno
de adicción a Internet (IAD) es el uso excesivo,
problemático y/o patológico de Internet, a través de diversos dispositivos
(ordenadores, teléfonos, tabletas, etc.), que interfiere con la vida diaria.
Contra la existencia
Según
la catedrática de psicología de la Universidad de Deusto Helena Matute no existe la llamada
"ciberadicción". La teoría se basa en:
·
El término "adicción a Internet" fue originalmente una
broma de correo electrónico.
·
La adicción a Internet no figura en el DSM V (editado el 18 de mayo de 2013), el
manual más utilizado para el diagnóstico de desórdenes mentales, editado por la Asociación Americana de Psiquiatría, y
tampoco ha sido aceptada por la Asociación
Americana de Psicología. Los defensores de su existencia se escudan en que la
red Internet es aún muy nueva y por eso no ha sido aún aceptada la existencia
de esta adicción por las principales asociaciones profesionales. Su inclusión
en el DSM V (el DSM IV data del año 2000) se encontraba a debate. Al
parecer fue rechazada de nuevo, incluyéndose, que tenga que ver con Internet,
sólo la adicción al juego por Internet, como variante de la adicción al juego y
desestimando así de nuevo que exista algo llamado "Ciberadicción" o
"adicción a internet".
A favor de la existencia
A pesar
de que su rechazo por la comunidad internacional, varías clínicas y una minoría
de expertos insisten en su existencia como adicción y/u ofrecen una terapia
para curar la supuesta patología. Oficialmente se considera que pueda existir
un "uso excesivo", pero nunca una "adicción", y que sus
causas vendrán motivadas no por Internet en sí, si no por causas externas que
llevan al usuario a buscar una vía de escape en Internet y sus posibilidades.
Una de las causas más valoradas son los problemas para establecer relaciones
sociales, algo más sencillo de conseguir por Internet gracias al anonimato y
desinhibición, aunque puedan resultar más efímeras.
Qué se
entiende por adicción a Internet
John Suler señala la existencia de
dos modelos básicos de la hipotética adicción a Internet.
·
El primero de ellos hace referencia a aquellos sujetos muy aficionados e
interesados por sus ordenadores que utilizan la Red para recoger información,
jugar en solitario, obtener nuevos programas, etc. pero sin establecer ningún
tipo de contacto interpersonal (más que el necesario para lograr sus
propósitos).
·
El segundo tipo lo constituirían aquellos sujetos que frecuentan los
foros, Chats y listas de correo. Todos ellos tienen en común la búsqueda de
estimulación social. Las necesidades de filiación, de ser reconocidos,
poderosos o amados subyacen a este tipo de utilización de la Red.
En oposición a ellos, los sujetos del
primer grupo evitan el "caos" interpersonal que puede generar
cualquier canal de chat. Para ellos la necesidad de control y la predictibilidad
son elementos esenciales.
Cuando el uso de Internet interfiera
de un modo significativo las actividades habituales es cuando algunos expertos
afirman que podrá ser considerado patológico. Sin embargo la interferencia
sobre los hábitos de vida no es un criterio estable ya que varía tremendamente
de unos sujetos a otros, variando en función de las disponibilidades de tiempo,
dinero y de numerosas circunstancias tanto personales como familiares. Algunos
psicólogos norteamericanos consideran que las nuevas tecnologías son, por sí
mismas, adictivas, ya que los patrones de comportamiento son similares a los
del juego patológico o la bulimia. Sin embargo la comunidad científica
internacional de expertos en psicología y psiquiatría rechaza tal similitud,
considerando que tal adicción no existe y se puede hablar en todo caso de un
uso excesivo.
Tratamiento
Internet también ofrece grandes
facilidades para la comunicación, que pueden captar los escasos recursos de
aquellas personas menos dotadas para esta actividad. Resulta llamativo el gran
número de personas que colocan sus anuncios pidiendo establecer relación vía
correo electrónico con cualquier persona. ¿No ocultarán estos anuncios
importantes dificultades para relacionarse en la vida real?, ¿No podrá tratarse
de personas con autoconceptos devaluados, que pueden empezar de nuevo en el
ciberespacio?
La mayor parte de personas que buscan
ayuda por su elevado uso de los recursos de la red lo hacen por indicación de
sus jefes (recordemos que el derecho al anonimato no incluye las comunicaciones
cuando se realizan desde el puesto de trabajo, por ello es posible monitorizar
el tiempo de conexión y la naturaleza de los lugares visitados). Las personas
que podemos sospechar que hacen uso excesivo de Internet no se conforman con
revisar si tienen correo electrónico, una o dos veces al día, o bien navegar
durante una o dos horas como hacen la mayor parte de usuarios. Se conectan cada
vez que pasan cerca de su ordenador, revisan su correo electrónico de 20 a 30
veces al día y pueden permanecer conectados a la red durante más de ocho horas
al día.
En el medio personal y familiar debe
confiarse en la propia sensatez de los usuarios, sin embargo pueden ser de
ayuda los programas que monitorizan la conexión y que permiten programar
alarmas cada cierto tiempo. También resultaría de gran interés un programa que
se dedicara a controlar la duración de las sesiones, informando periódicamente
al usuario y que, eventualmente, pudiera incluso interrumpir la conexión.
Los sujetos más proclives a sufrir
problemas de este tipo son, una vez más, aquellos que ya presentan
déficits específicos en sus habilidades de relación y comunicación. Por
este motivo no debemos perder de vista el hecho de que muchos de esos usuarios
en exceso, no lo son más que de forma sintomática ya que su conducta en la Red
rápidamente se normalizaría en el caso de mejorar las dificultades que parece
estar soslayando el ciberespacio. De este modo, los usuarios excesivos del chat
o el correo electrónico, pueden mejorar súbitamente en el momento en que sus
necesidades de comunicación en la vida real aumenten o bien cedan las
circunstancias que las restringen. Esto suele ocurrir con frecuencia en
personas autistas o con síndrome de Asperger.
Los problemas con Internet aparecerán
en el momento en el que sus usuarios deben sacrificar actividades rutinarias
(estudios, relaciones sociales, actividades laborales) para permanecer
conectados o bien robar horas al sueño. A partir de ahí sus calificaciones
escolares o rendimiento laboral disminuyen, muchas veces están demasiado
cansados para acudir a sus obligaciones diurnas o bien para realizar sus
deberes después de haber invertido parte de la noche en la Red. Algunos sujetos
no se conforman con reducir el número de horas de sueño o de actividades, sino
que llegan a eliminar comidas.
Internet ofrece una inagotable fuente
de entretenimiento, ya sea en el sentido más estricto del término, o bien
satisfaciendo la curiosidad de sus usuarios. Sin embargo ello no es suficiente
para mantener conectada a una persona durante prolongados períodos de tiempo.
La mayor parte reconoce como escribiendo o tecleando se expresan mucho mejor
que con la comunicación persona a persona, a ello hay que añadir la ventaja de
poder crear un personaje a la propia medida y convertirse en el yo
ideal de uno mismo.
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